¡Os traemos la tercera entrevista de EASSUN al detalle! Esta vez tenemos como invitado a Roberto Rebollo. Un corredor especializado en trail running que aprovecha su pasión para realizar retos deportivos con el objetivo de dar una mayor visibilidad a determinados ámbitos.
¿Quién es Roberto Rebollo?
Una persona normal y corriente con una gran afición: la práctica del trail running. Amante de la naturaleza. Me encanta la montaña y los animales. Gracias a este deporte, he podido unir estas dos cosas.
¿Cuándo empezó tu afición por él?
Siempre he sido muy deportista desde pequeño, pero, tras una enfermedad que padezco actualmente y desde hace bastantes años, me recomendaron llevar una vida más activa deportivamente de cara a afrontar mi problema. Entonces, fue cuando decidí empezar a correr, porque me parecía algo asequible y fácil de llevar a cabo. Esto fue en el 2009, por lo que llevaré unos 12 años corriendo.
¿Cuáles son los motivos por los que practicas este y no otros deportes?
No estoy cerrado a ningún tipo de deporte. Sí que es cierto que con el trail running, he encontrado un equilibrio muy bueno al unir dos de mis mayores aficiones. Además, me encanta, porque es mi momento de desconexión, puesto que estoy conmigo mismo apartado un poco del día a día. De hecho, ha llegado a tal punto que no lo considero solo un deporte, sino que se ha convertido en un estilo de vida.
Si tuvieras que definir este deporte con una palabra, ¿cuál sería?
Lo tengo clarísimo. En mi caso, lo definiría con la palabra felicidad.
¿Cómo surgió la idea de realizar retos solidarios?
La idea surgió durante el confinamiento del año pasado cuando empezaron a caerse todas las carreras en las que estaba inscrito. Para mantener la motivación y seguir practicando deporte, decidí realizar retos personales, los cuales tenía muchas ganas de hacer y no podía por falta de tiempo. Le di una vuelta y pensé que podían servir para dar visibilidad a las enfermedades inflamatorias intestinales cómo, por ejemplo, el crohn.
¿En qué consiste esta enfermedad?
Es una patología inflamatoria intestinal crónica de origen autoinmune que puede afectar todo el aparato digestivo, desde la boca hasta el ano. Lo puede padecer prácticamente cualquier persona. En este sentido, los síntomas son difíciles de detectar, porque cada persona los puede tener diferentes: pérdida de peso, diarrea, vómitos, dolores articulares, lesiones en la piel, etc.
¿Qué impacto tiene en tu día a día?
Son enfermedades autoinmunes, que estarán el resto de la vida con nosotros. Actualmente, estoy en revisión desde hace tiempo. He estado mucho tiempo medicado. Personalmente, lo que me afecta mayoritariamente es en cansancio, ya que hay mañanas que me levanto con una fatiga tremenda. Asimismo, a veces tengo que ir al baño muchas veces en un día, aunque puedo decir que, comparado con otras personas, estoy bastante bien.
¿Cómo te preparas de cara a desafíos de estas dimensiones?
A día de hoy, tengo un entrenador personal que me lleva todas las pautas de entrenamiento. Por otro lado, también cuando voy a hacer ultras o retos solidarios importantes, estoy siempre en contacto con un nutricionista. Básicamente, entreno fuerte y mentalmente intento llegar lo más fuerte posible para esos momentos de bajón que se dan en los retos, saber sobrellevarlos bien.
Si tuvieras que quedarte con un recuerdo de todos tus retos. ¿Cuál sería?
Sin duda, me quedaría con la noche que pasé en el pasado reto del 10 de octubre cuando recorrí los 105 kilómetros entre Bilbao y Santander a través del Camino de Santiago del Norte. Fue una noche muy dura, en la cual no paró de llover prácticamente en ningún momento y, donde toda la ropa, que llevé, se quedó corta, ya que tuve que ponerme ropa mojada después de que se acabase todo lo que portaba. Esos momentos de hacer un recorrido de esas dimensiones gran parte por la noche, estar corriendo solo las 16 h, etc. En concreto, te destacaría, sobre todo, con el momento de la lluvia, porque creía que no podía más, estuve a punto de tirar todo por la borda, pero al final saqué fuerzas de donde ni imaginaba que las había y lo acabé consiguiendo.
¿Y el momento más complicado?
Fue en el mismo reto del 10 de octubre, a la altura del kilómetro 70 o 80, me dio un bajón muy fuerte mentalmente y físicamente. Estaba completamente solo. Ya era de día, primera hora de la mañana. Ahí prácticamente dije que no podía continuar. Pensé por un momento en dejar el reto, que era muy complicado y no lo veía alcanzable. Me empezaron a doler mucho en las piernas, tibias, rodillas, espalda. Ya llevaba bastantes kilómetros recorridos, encima estaba completamente mojado.
¿Qué te hizo continuar?
Justamente, me llegó un mensaje de una persona anónima que no conocía de nada, pero que me seguía por redes sociales. Me mandó unas palabras que me hicieron emocionarme mucho y volver a replantearme los motivos por los cuales estaba ahí. Gracias a lo que me dijo, conseguí darle la vuelta a la situación y acabar el reto.
¿Cuándo tienes pensado llevar a cabo un nuevo reto?
Estoy apuntado a una ultra para el próximo 10 de abril. Es una carrera de 60 kilómetros con 3.500 positivos, donde correré por las montañas más bonitas de Bizkaia, aunque estamos a la espera de poder hacerla en función de la pandemia. Luego, en el mes de julio, estoy organizando otro desafío solidario muy interesante junto a otro chico.
¿En qué consistirá?
La idea que tenemos es hacer el Camino de Vadiniense, un recorrido entre Cantabria y León de 200 kilómetros cruzando los Picos de Europa. Queremos hacerlo en 3 días, más de 60 kilómetros diarios en autosuficiencia, es decir, llevando todo el material necesario encima. Será un reto a favor de la naturaleza, puesto que, en este caso, intentaremos recaudar fondos para la plantación de árboles en el país. Aún hay muchas cosas por hablar y comentar, pero esa sería la idea principal.
¿Qué grado de relevancia consideras que tienen los accesorios en tu rendimiento?
Es algo básico. Gran parte de los entrenamientos, carreras o, en mi caso, retos, dependen mucho de nuestro estado físico, pero tener los accesorios necesarios para cada momento es clave.
¿Qué prestaciones valoras más?
Teniendo en cuenta el tipo de deporte que hago, suelen ser carreras largas de montaña, en las cuales hay muy poco tiempo para estar parado. Por lo tanto, la comodidad y el hecho de poder quitar y poner cualquier tipo de accesorio de manera rápida son dos aspectos importantísimos. También, valoro mucho la ligereza del producto, ya que, cuanto menos peso lleve, mejor.
Nos podrías recomendar alguna ruta no tan conocida
Hay una ruta en Cantabria que se llama el Camino Lebaniego, que fue uno de los retos que hice el pasado año. Es un camino de peregrinaje, digamos que es una extensión del Camino de Santiago. Son 72 kilómetros de montaña con unos 2.500 metros de desnivel de positivos pasando por unas zonas preciosas. Un sitio muy recomendable que, generalmente, se puede hacer en tres días. Prácticamente todo el rato estás en contacto con la naturaleza, por lo que se trata de una ruta muy bonita.
¿Cuáles son tus objetivos de cara a este 2021?
Principalmente, seguir disfrutando de este maravilloso deporte y de la naturaleza. Espero que la salud me acompañe durante todo este año. Además, veremos si para el mes de julio podemos hacer el reto, pero, de momento, tal y como está todo, vamos a disfrutar con lo que tenemos.
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